Sin embargo, incluso el sector no relacionado con el lujo estuvo por delante de su promedio a largo plazo. El sólido desempeño del margen significó que la industria en 2022 logró más del doble de beneficio económico que en todos los años entre 2011 y 2020, excepto uno.

En 2023, la industria enfrentó desafíos que eran a la vez persistentes y cada vez más profundos. A nivel regional, Europa y Estados Unidos experimentaron un lento crecimiento a lo largo del año, mientras que el sólido desempeño inicial de China se desvaneció en el segundo semestre. Aunque al segmento de lujo inicialmente le fue bien, también comenzó a sentir los efectos de una demanda más débil en la última parte del año, lo que provocó una desaceleración de las ventas y un desempeño desigual.

De cara a 2024, el sentimiento más destacado entre los líderes de la industria de la moda es la incertidumbre, lo que refleja la perspectiva de un crecimiento económico moderado, una inflación persistente y una débil confianza de los consumidores. En este contexto, las empresas enfrentarán el desafío de identificar focos de valor y desbloquear nuevos impulsores de desempeño.

Según el análisis de McKinsey sobre las previsiones de la moda, la industria global registrará un crecimiento de ingresos del 2 al 4 por ciento en 2024, con variaciones a nivel regional y nacional. Una vez más, se espera que el segmento de lujo genere la mayor parte de los beneficios económicos. Sin embargo, incluso allí, las empresas se enfrentarán al difícil entorno económico. Se pronostica que el segmento crecerá a nivel mundial entre un 3 y un 5 por ciento, en comparación con un 5 a un 7 por ciento en 2023, a medida que los consumidores controlen el gasto después de un aumento pospandémico. Se espera que el crecimiento europeo y chino se desacelere, mientras que se espera que el crecimiento estadounidense se recupere después de un 2023 relativamente débil, lo que refleja las perspectivas ligeramente más optimistas allí.

Más allá del lujo, se prevé un crecimiento del 2 al 4 por ciento para el próximo año, en línea con el resultado probable en 2023. Es probable que el mercado europeo se expanda solo entre el 1 y el 3 por ciento, en comparación con el 5 por ciento en el primer semestre de 2023 y el 1 al 3 por ciento en el segundo semestre. Se espera que la caída de la confianza de los consumidores y la disminución del ahorro de los hogares sean las causas más probables de la restricción del gasto.

En Estados Unidos, se pronostica un crecimiento del sector no relacionado con el lujo de 0 a 2 por ciento. Y se espera que China se enfrente a un desafío similar, con un crecimiento del 4 al 6 por ciento, lo que representa un ligero repunte desde finales de 2023, pero lento si se considera en términos históricos.

Para prepararse para los desafíos y estar alerta a las oportunidades, las empresas líderes de la moda probablemente darán prioridad a la planificación de contingencias para el próximo año. Un tema clave será que las empresas mantengan un firme control de los costos y los inventarios mientras impulsan el crecimiento mediante una gestión precisa de los precios.

Las marcas y los proveedores pueden esperar un entorno cada vez más competitivo. Pero también tendrán oportunidades, ya que los consumidores descubrirán nuevos estilos, gustos y prioridades, todos ellos presentando rutas hacia la creación de valor.