Para celebrar la última colaboración de la firma de lujo con la creadora japonesa, muchos de sus puntos de venta tradicionales se han convertido en santuarios de su estética icónica, sin mencionar los destinos dignos de Instagram para los decorados del mundo de la moda y el arte. 

El nuevo año ha visto aparecer maravillosas instalaciones de arte en los escaparates de Louis Vuitton en todo el mundo, desde un robot Yayoi Kusama en la ciudad de Nueva York y una escultura más grande que la vida de Yayoi Kusama en París, hasta una tienda emergente con lunares en su Japón nativo.

“Por segunda vez, Louis Vuitton ha invitado a la preeminente artista japonesa Yayoi Kusama a un nuevo encuentro creativo”, explica el sitio web de Louis Vuitton sobre la colaboración, junto con fotos del estilo clásico de bolso de la marca, ahora cubierto con lunares del arcoíris. “Mostrando el savoir-faire de Louis Vuitton, una innovadora técnica de serigrafía reproduce las pinceladas de Kusama, dando un efecto 3D pintado a mano sorprendentemente realista. Aplicadas a mano, una a una, medias esferas de metal de varios tamaños dan vida a una selección de piezas de la colección con un impresionante efecto de espejo plateado”.

La promoción en el escaparate sin duda sirve para autorrealizar esto: en el Upper East Side, un robot Kusama de aspecto inquietantemente humano actualmente pinta puntos en el interior de un escaparate. Mientras tanto, una Kusama del tamaño de Godzilla aplica simultáneamente puntos a la sede de Louis Vuitton en París y su rostro con lunares se cierne sobre Tokio desde una valla publicitaria en lo alto.

Un nuevo espacio en el emergente Meatpacking District también ofrece a los neoyorquinos la oportunidad de comprar la colaboración mientras están rodeados de bolas de espejos que recuerdan la popular experiencia Infinity Mirror Rooms de Kusama.