La guerra de Vietnam, los disturbios raciales y estudiantiles y los asesinatos como los de JFK, Martin Luther King, Robert Kennedy o Malcolm X crearon un clima sociopolítico bastante desalentador. Los jóvenes culparon a las anteriores generaciones y la rebelión contra el status quotomó muchas formas, siendo el tie-dye una de ellas. Fácil de hacer en casa, y terriblemente desagradable para los padres.

Sin embargo, la euforia del Flower Power murió, y con ella la popularidad de este estampado, hasta que en los años 90, un nuevo contexto sociopolítico donde acababa de derrumbarse el muro de Berlín y se había disuelto la Unión Soviética y con ello, acabado la Guerra Fría, volvió ese mismo sentimiento de paz mundial.

Tomando como ejemplo a los hippies pacifistas, el tie-dye volvió a estar de moda. Del street style pasó a grandes personalidades de la televisión y de la música, convirtiendo de nuevo este estampado en una tendencia viral.

Las modas son cíclicas, y para este 2020 nos ha tocado volver a los 90. Las americanas oversize, los vestidos rectos con tirantes spaghetti, los crop tops, los mom jeans y cualquier cosa que se pusieran Monica y Rachel de Friends es tendencia, y con ello, también ha vuelto el tie-dye.

Ya el año pasado anunciada su venida con las colecciones de Dior, Prada o Stella McCartney llenando de color las pasarelas, y ahora son las marcas low cost las que han cogido el testigo de la Alta Costura. Marcas como Zara, Bershka o Drestrip sacaron una colección con este estampado dándole una vuelta y modernizándolo, para adaptarse mejor a la cultura de la moda del momento.

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